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“Un golpe de buena suerte”, de Flannery O’Connor

Ruby entró en el edificio de apartamentos con una bolsa de papel que contenía cuatro latas de habichuelas y la depositó sobre la mesa del portal. Estaba demasiado cansada para soltarla o para enderezarse y se quedó allí, con el torso inclinado, la cabeza balanceándose como una gran verdura colorada sobre la bolsa. Miró, sin reconocerlo, el rostro que tenía ante sí en el oscuro espejo con manchas amarillas que había sobre la mesa. En…

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Cuento: “La invasión sin paralelo”, de Jack London

Fue en el año 1976 cuando la contienda entre el mundo y China alcanzó su apogeo, y éste fue el motivo por el que se retrasó la celebración del segundo centenario de la libertad americana. Otros muchos planes concebidos por las naciones de la tierra fueran reformados, revueltos o aplazados por idéntica razón. El mundo se despertó de pronto ante el peligro que corría, pero desde hacía más de setenta años los acontecimientos tendían hacia…

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“Las tres preguntas”, por León Tolstoi

  Cierto emperador pensó un día que si conociera la respuesta a las siguientes tres preguntas, nunca fallaría en ninguna cuestión. Las tres preguntas eran: ¿Cuál es el momento más oportuno para hacer cada cosa? ¿Cuál es la gente más importante con la que trabajar? ¿Cuál es la cosa más importante para hacer en todo momento? El emperador publicó un edicto a través de todo su reino anunciando que cualquiera que pudiera responder a estas…

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El gato negro (por Edgar Allan Poe)

  No espero ni pido que alguien crea en el extraño aunque simple relato que me dispongo a escribir. Loco estaría si lo esperara, cuando mis sentidos rechazan su propia evidencia. Pero no estoy loco y sé muy bien que esto no es un sueño. Mañana voy a morir y quisiera aliviar hoy mi alma. Mi propósito inmediato consiste en poner de manifiesto, simple, sucintamente y sin comentarios, una serie de episodios domésticos. Las consecuencias…

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“Nadie encendía las lámparas”, un cuento de Felisberto Hernández

  Hace mucho tiempo leía yo un cuento en una sala antigua. Al principio entraba por una de las persianas un poco de sol. Después se iba echando lentamente encima de algunas personas hasta alcanzar una mesa que tenía retratos de muertos queridos. A mí me costaba sacar las palabras del cuerpo como de un instrumento de fuelles rotos. En las primeras sillas estaban dos viudas dueñas de casa; tenían mucha edad, pero todavía les…

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“El famoso cohete”, por Oscar Wilde

    El hijo del rey estaba en vísperas de casarse. Con este motivo el regocijo era general. Estuvo esperando un año entero a su prometida, y al fin llegó ésta. Era una princesa rusa que había hecho el viaje desde Finlandia en un trineo tirado por seis renos, que tenía la forma de un gran cisne de oro; la princesa iba acostada entre las alas del cisne. Su largo manto de armiño caía recto…

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“Mi versión del asunto” (por Truman Capote)

  Sé lo que se dice de mí y es cosa suya si se ponen de mi parte o de la de ellos. Es mi palabra contra la de Eunice y la de Olivia-Ann. Cualquiera que tenga ojos para ver se da cuenta enseguida de quién es el que está en sus cabales. Mi única intención es que los ciudadanos de los Estados Unidos sepan la verdad. Eso es todo. Los hechos: el domingo 12…

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Los cuatro sospechosos (por Agatha Christie)

  La conversación giraba en torno a los crímenes que quedaban sin resolver y sin castigo. Cada uno por turno dio su opinión: el coronel Bantry, su simpática y gordezuela esposa, Jane Helier, el doctor Lloyd e incluso la señorita Marple. El único que no habló fue el que, en opinión de la mayoría, estaba más capacitado para ello. Don Henry Clithering, ex comisionado de Scotland Yard, permanecía silencioso, retorciéndose el bigote o, más bien…

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“El caso de los viejitos voladores” (Adolfo Bioy Casares)

Un diputado, que en estos años viajó con frecuencia al extranjero, pidió a la cámara que nombrara una comisión investigadora. El legislador había advertido, primero sin alegría, por último con alarma, que en aviones de diversas líneas cruzaba el espacio en todas direcciones, de modo casi continuo, un puñado de hombres muy viejos, poco menos que moribundos. A uno de ellos, que vio en un vuelo de mayo, de nuevo lo encontró en uno de…

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Cuentos para disfrutar: “El diente roto”, por Pedro Emilio Coll

    A los doce años, combatiendo Juan Peña con unos granujas recibió un guijarro sobre un diente; la sangre corrió lavándole el sucio de la cara, y el diente se partió en forma de sierra. Desde ese día principia la edad de oro de Juan Peña. Con la punta de la lengua, Juan tentaba sin cesar el diente roto; el cuerpo inmóvil, vaga la mirada sin pensar. Así, de alborotador y pendenciero, tornóse en…

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