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“Pasarlo bien”, de Ítalo Calvino

Érase un país donde todo estaba prohibido. Como lo único que no estaba prohibido era el juego de la billarda, los súbditos se reunían en unos prados que quedaban detrás del pueblo y allí, jugando a la billarda, pasaban los días. Y como las prohibiciones habían empezado con poco, siempre por motivos justificados, no había nadie que encontrara nada que decir o no supiera adaptarse. Pasaron los años. Un día los condestables vieron que ya…

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“Ojos de perro azul”, de Gabriel García Márquez

Entonces me miró. Yo creía que me miraba por primera vez. Pero luego, cuando dio la vuelta por detrás del velador y yo seguía sintiendo sobre el hombro, a mis espaldas, su resbaladiza y oleosa mirada, comprendí que era yo quien la miraba por primera vez. Encendí un cigarrillo. Tragué el humo áspero y fuerte, antes de hacer girar el asiento, equilibrándolo sobre una de las patas posteriores. Después de eso la vi ahí, como…

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Cuentos: “Ahora o nunca, Francisco” de Juan Sasturain

La noticia es que reapareció el cura Bostelli. Increíble pero real. No es la primera vez que me ocupo de él, un personaje extraordinario; la última fue en un texto que está en Picado grueso: “Dos arcos en Piazza San Pedro”. Ahí está toda la historia; ahora la resumo, glosada, para los que no están al tanto. Lo conocí –lo reconocí, en realidad– durante el Mundial de Francia ’98; en el viaje de ida, más…

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“Demasiado caro” de Lev Tolstoi

Existe un reino pequeñito, minúsculo, a orillas del Mediterráneo, entre Francia e Italia. Se llama Mónaco y cuenta con siete mil habitantes, menos que un pueblo grande. La superficie del reino es tan pequeña que ni siquiera tocan a una hectárea de tierra por persona. Pero, en cambio, tienen un auténtico reyecito, con su palacio, sus cortesanos, sus ministros, su obispo y su ejército. Este es poco numeroso, en total unos sesenta hombres; pero no…

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Cuentos: “Te recuerdo como eras en el último otoño” de Bernardo Jobson

El problema es que el jefe no me lo va a creer. Le he hecho tragar ya tantas milanesas, tantas albóndigas supercondimentadas, que esto no me lo va a creer. Pienso en alguna excusa potable, pero me da un poco de bronca: ¿una vez que tengo una razón valedera para ausentarme de la oficina, voy a tener que apelar a una mentira? ¿Tan mal anda el mundo? me pregunto. Pero toda esta filosofía de apuro…

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“Los muertos”, de Jame Joyce

Lily, la hija del encargado, tenía los pies literalmente muer­tos. No había todavía acabado de hacer pasar a un invitado al cuarto de desahogo, detrás de la oficina de la planta baja, para ayudarlo a quitarse el abrigo, cuando de nuevo sonaba la quejumbrosa campana de la puerta y tenía que echar a correr por el zaguán vacío para dejar entrar a otro. Era un alivio no tener que atender también a las invitadas. Pero…

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“La oveja negra”, de Ítalo Calvino

Había un pueblo donde todos eran ladrones. A la noche cada habitante salía con la ganzúa y la linterna, e iba a desvalijar la casa de un vecino. Volvía al alba y encontraba su casa desvalijada. Y así todos vivían en amistad y sin lastimarse, ya que uno robaba al otro, y este a otro hasta que llegaba a un último que robaba al primero. El comercio en aquel pueblo se practicaba solo bajo la…

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“Carta a una señorita en París”, de Julio Cortázar

Andrée, yo no quería venirme a vivir a su departamento de la calle Suipacha. No tanto por los conejitos, más bien porque me duele ingresar en un orden cerrado, construido ya hasta en las más finas mallas del aire, esas que en su casa preservan la música de la lavanda, el aletear de un cisne con polvos, el juego del violín y la viola en el cuarteto de Rará. Me es amargo entrar en un…

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“La mujer más pequeña del mundo”, de Clarice Lispector

  En las profundidades del África Ecuatorial, el explorador francés Marcel Petre, cazador y hombre de mundo, se encontró con una tribu de pigmeos de una pequeñez sorprendente. Más sorprendido, pues, quedó al ser informado de que un pueblo de tamaño aún menor existía más allá de florestas y distancias. Entonces, él se adentró aún más. En el Congo Central descubrió, realmente, a los pigmeos más pequeños del mundo. Y —como una caja dentro de…

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