¿Por qué nos encanta el olor de los libros? Tema: Costumbres

Seguro que reconoces esta situación: entrás en una librería y tus sentidos se ponen en alerta. Ojos como platos para poder ver todas las novedades que no tenías controladas, las manos pasando por encima de maravillosas portadas y ojeando páginas, y el olfato a punto para disfrutar de uno de los mayores placeres de los lectores: el olor de los libros.

¿Sos de los que mueren de gusto cuando huelen los libros? Claro, la mayoría de aficionados a la lectura adoran este aroma que les remite a horas y horas de placer. Agarrar un buen libro, abrirlo y sentir ese olor que desprenden las páginas es algo absolutamente maravilloso.

Y todavía es más maravilloso cuando la experiencia se produce con un libro antiguo. El olor es mucho más intenso y el placer de acercarse a los libros a través del olfato es algo indescriptible. Bueno, en realidad no es indescriptible, pues existe incluso una palabra que define esta sensación tan placentera. Ah, ahora sí que te hemos despertado la atención ¿eh? ¿Querés saber más sobre por qué nos encanta el olor de los libros?

El olor de los libros antiguos

Pues sí, querido lector, existe un concepto que define el placer que produce el olor de los libros viejos. Se llama “bibliosmia”, un término que define la sensación que causa en algunas personas este olor tan característico que desprenden los libros usados. Es un aroma tan especial que puede llegar a crear un vínculo único con ese volumen. ¿Te ha pasado alguna vez?

Lo que seguramente sí que has experimentado, quizás sin ser ni consciente de ello, es el placer de oler un libro. Simplemente, al abrirlo, aspirar el aroma que desprende y sentir una agradable sensación.

Como decimos, es algo bastante habitual entre los bibliófilos y lectores empedernidos. Tanto es así, que incluso la ciencia ha querido saber más sobre este fenómeno. Existen varios estudios e investigaciones que se han centrado en el olor de los libros y sus efectos en las personas.

Por ejemplo, existe un trabajo realizado por investigadores del Instituto para el Patrimonio Sostenible del University College London y publicado en la web de Heritage Science. Estos científicos analizaron diferentes aromas asociados con elementos históricos, entre los que no podría faltar el de los libros viejos.

Según los autores de este estudio, el olor de libro viejo combina una serie de elementos: desde hierbas aromáticas hasta un toque ácido, vainilla y moho. Todo ello se debe a la presencia de la lignina, un componente procedente de la biomasa vegetal que se encuentra en el papel y que al degradarse desprende ese olor herbal. De hecho, ese elemento se utiliza incluso para crear perfumes y velas.

La lignina desencadena una combinación “mágica” que resulta placentera para nuestro sentido del olfato e incrementa el placer asociado a la lectura.

Si es que ya os lo decimos y lo repetimos una y otra vez. Leer es un placer total y absoluto, fuente de alegrías, satisfacciones y emociones variadas en la que todos tus sentidos están al cien. Al abrir un libro, entramos en un universo en el que podemos vivir las más increíbles aventuras, descubrir nuevos o viejos mundos y despertar recuerdos únicos. Y lo bueno es que además de vivir todas esas experiencias mágicas, también podés compartirlas con los demás de la mejor manera posible: regalando un libro.