“No matarás”, de Hermann Hesse
La doma del hombre, su desarrollo desde el gorila hasta el ser civilizado, representa un largo y lento proceso. Los adelantos hasta la fecha incorporados en la ley y la costumbre son frágiles: una y otra vez, lo que parecían logros definitivos resultan desechados por un atávico rechinar de dientes. Si vemos nuestra meta provisional, al cumplir con los imperativos espirituales, según la exposición de los líderes espirituales de la humanidad, desde Zoroastro y Lao-Tzu…
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